13/10/10

MONOGRÁFICO: RICHARD SERRA

Comenzamos con un estudio en profundidad sobre el prolífico y apasionante Richard Serra, con la pretensión de intentar acercaros, un poco más, a una figura importantísima en la Historia del Arte, desde los años 60 hasta la actualidad, pasando así su obra, por diferentes etapas y distintas formas de expresión artística.
 Richard Serra
                                                
Escultor estadounidense, célebre por sus obras minimalistas y sus esculturas creadas para lugares específicos, así como por los extraños procesos que utiliza para elaborarlas partiendo de materiales industriales tales como plomo, acero y hormigón. 
 R. Serra


Su padre era alineador en un astillero de San Francisco; su oficio era curvar acero bajo intensa presión. Siendo joven, el artista trabajó en varias fundiciones de acero de Bay Area. Su relación con lo tectónico se inicia con los puentes del lugar, consciente de su peso, equilibrio y gravedad. La gran importancia que concede a la naturaleza física de los materiales y a su peso gravitacional habría de caracterizar e inspirar gran parte de su obra posterior. 

Utilizando materiales poco frecuentes, como el caucho, que colgaba en tiras en las paredes de las galerías, y plomo fundido, que arrojaba en el ángulo entre la pared y el suelo, Serra dedicó especial atención al proceso mediante el cual se forman los materiales, y también a sus reacciones ante condiciones externas como la gravedad o la temperatura.

Belts (Correas), 1966-67.
Caucho vulcanizado y neón azul.11 elementos (214 x 732 x 51 cm) Solomon R.Guggenheim Museum, Nueva York, Colección Panza di Biumo.
         

Una cita que ilustra estupendamente esa obsesión por el peso, la gravedad, el acero, en suma, la curiosidad hacia lo tectónico, es la que sigue a continuación: 

 Promenade, 2008

“Fue un momento de gran ansiedad cuando el petrolero en ruta traqueteó, se balanceó, se ladeó y chocó contra el agua, sumergiéndose a medias, para luego alzarse y encontrar el equilibrio… El buque sufrió una transformación, de un peso enorme a una estructura capaz de flotar, libre, a flote y a la deriva. Mi respeto y asombro en aquel momento se han quedado grabados en mi memoria. Toda la materia prima que yo necesitaba está contenida en la reserva de este recuerdo que se ha convertido en un sueño recurrente”·    R. SERRA.

 Vortex, 2002

Observamos como algunas de sus obras más recientes, recuerdan a petroleros hundiéndose y luchando contra la ley de la gravedad.


Considerando que estas primeras obras seguían teniendo mucho de la tradicional relación de figura-fondo con el suelo o la pared, Serra, en 1969, empezó a moverse en otra dirección. En la década de 1970 realiza trabajo de carácter monumental, utilizando acero trabajado en caliente para crear esculturas interiores y exteriores de grandes dimensiones, cuyo tamaño y sencillez le confieren una presencia abrumadora. Desde entonces ha trabajado sobre todo en acero, un material asociado habitualmente con la arquitectura y la ingeniería, disciplinas en las que el artista ha buscado una comprensión de los orígenes de la escultura. Con la introducción del acero como material, la escala de su obra aumentó de manera espectacular. Ya no podían seguir considerándose objetos discretos; su significado y composición no pueden separarse del entorno, y el espectador no puede verlos como un todo sin un examen peripatético.
A continuación, unas breves pinceladas sobre la biografía de Serra que nos ayudarán a entender su trayectoria artística un poco mejor:

Richard Serra nace en San Francisco (EE.UU) en 1939, y estudia Literatura en la Universidad de California en Santa Bárbara.

Posteriormente entre los años 1957 y 1961 trabaja en una acería.

Completará su formación como pintor en la Universidad de Yale, donde trabajará con Josef Albers en su libro La interacción del color (1963).

Entre 1964 y 1965, viajó con un beca a París donde se sintió fascinado por el estudio de Brancusi. Entre 1964-66 conoce a Giacometti en París.

Pasó parte del año siguiente en Florencia y viajó por el sur de Europa y el norte de África.

En 1966 se instala definitivamente en New York.

Y en 1970 realiza un viaje a Japón.

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